miércoles, 24 de diciembre de 2008

TIEMPOS DE CRISIS

TIEMPOS DE CRISIS

Se ha desatado (por fin) el huracán, un huracán que por otra partellevábamos ya sufriendo muchos años. La crisis ya está aquí, ya viene golpeando con fuerza y bajo amenaza de llevarse por delante nuestra casa, nuestro trabajo y nuestro coche. (Aparte de otros efectos aun más graves, como el de dejarnos sin comida, sin energías o bajo un sistema aun más dictatorial que el que ahora padecemos).Los periódicos, la caja tonta e interné se llenan ahora de sesudos economistas o tertulianos que de todo saben y nos explican que de esto la culpa la tiene ese o aquel, que si índices o financieras… de todos es culpa menos de ellos mismos. Pero ahora desde la calle tenemos que dar respuesta a estas preguntas y de la forma más contundente posible. Entonces empezaremos preguntándonos: ¿Por qué ha ocurrido esta crisis? ¿Quiénes son los culpables? Y sobre todo ¿Qué es lo que pasara ahora?

En realidad la crisis siempre ha estado ahí, es un fenómeno indispensable para la supervivencia del sistema capitalista, es su propio rejuvenecimiento. Al igual que las guerras, mete el miedo en el cuerpo a la gente,reestructura el sistema productivo, justifica todas las vilezas del sistema, plantea un panorama propicio para futuras inversiones y por si fuera poco, mantiene en el poder a los de siempre; sólo caen “peones”. Tenemos múltiples ejemplos a lo largo de la historia del capitalismo (desde el crack del 29 pasando por los años 70 la crisis del petroleo hasta nuestros días) que nos demuestran que pese a los traspiés que ha dado el sistema la perjudicada siempre ha sido la clase obrera mientras los empresarios y dirigentes siempre se han mantenido en el poder, a veces con diferentes máscaras, otras muchas con la misma. Independientemente de las familias que hayan caído a la calle o muerto en las guerras. Esta crisis actual que estamos viviendo tiene varios factores como telón de fondo:

-La creación en las dos últimas décadas de mercados especulativos por parte de empresarios y bancos, que se hacían ricos a base de comprar un valor (llámese solar, hipotecas, activos inmobiliarios o bolsas de trabajadores). Durante años los empresarios, los bancos, los gobiernos, las constructoras… los burgueses al fin y al cabo, han estado enriqueciéndose ampliando el margen de beneficio de sus acciones y minimizando los gastos. Esto, ni más ni menos, lo conseguían (lo consiguen, porque lo siguen haciendo) encareciendo los precios al resto de la población y disminuyendo los salarios, mientras nos tienen pagando créditos e hipotecas a unos intereses salvajes, sujetos a índices bursátiles totalmente inestables. Nos han ido, por tanto, sangrando nuestros míseros salarios. Engañándonos, haciéndonos pensar que vivíamos en la sociedad del bienestar, que ya no pertenecíamos a una clase obrera sino a la clase media, introduciéndonos de cabeza en la espiral del consumo de bienes innecesarios de los cuales seguían subiendo los precios, al igual que así nos obligaban mediante los intereses a tener que currar mas haciendo horas extras para pagarlos.

Ellos mientras tanto disfrutaban de su gran fiesta especulativa, hacían y deshacían a su antojo. Han hecho del mercado inmobiliario y sus derivados el gran filón de oro que les faltaba para que la juerga no parase. Nos han hecho creer que vivíamos en una sociedad democrática en la cual teníamos la capacidad de decidir algo; Esto se ha demostrado como una ilusión, puesto que para obtener mayor beneficio han ido creándo leyes para su propio bienestar y lucro, como la famosa ley de las 65 horas, las ETTs o las diferentes reformas laborales, que han dado al traste con décadas de conquistas sociales del proletariado, haciéndonos currar más horas de las que currábamos hace 20 años, convirtiéndonos así en más esclavos del patrón y por tanto del capitalismo.

-Una crisis energética que hace peligrar el funcionamiento de todos los aparatos que conforman nuestra vida, desarrollando, a través de la dependencia del petróleo, un planeta y una sociedad enferma y contaminada, no sólo de gases contaminantes, sino enferma de guerras y muertes en las que precisamente no ha caído ningún magnate del petróleo. Ahora el panorama cambia y ante la escasez de “oro negro” se abren nuevos mercados para que la rentabilidad no pare, ahora son los biocombustibles, energía que a día de hoy ha sumido ya a varios países en crisis alimentarias (entre ellos el “primermundista” Méjico), pero su progreso (el beneficio, su beneficio) es más importante que las muertes de miles de personas en países “subdesarrollados”. La misma lógica enferma capitalista.

Es por eso que los únicos culpables de esta crisis son la burguesía y la población engañada por el vellocino de oro de nuestros días, creyéndonos que ya no éramos lo que hemos sido siempre, trabajadores explotados. Así hemos ido dejando hacer, y quien más y quien menos participando de lo que creía era su parte de pastel, pero ahora ¿quién se va a quedar sin casa porque la hipoteca no para de subir debido al Euribor?, ¿Quién es despedido del curro por que la empresa es incapaz de hacer frente a la situación?, ¿Cuántas familias tienen que hacer cuentas al mes porque se va más dinero en los intereses del banco de lo que ganan?

No son ellos, somos nosotros los que pagamos los estragos de los burgueses y su sistema, ahora que las cosas van mal sollozan a las puertas de los bancos centrales o la reserva federal (órganos de defensa de la burguesía y el capitalismo, no nos engañemos) para que solucionen y limpien su orgía de dinero, pagándolo con los impuestos que provienen de toda la población. La frase “privatizar las ganancias, socializar las deudas” no es precisamente una frase hecha. Después de llevar años privatizando todas las empresas públicas ahora que lo único que tienen son deudas las quieren volver a nacionalizar.

O una de dos, o ellos son muy listos, o nosotros nos pasamos de tontos.

Y mientras en los medios de comunicación de masas imponen su control, nos idiotizan más de lo que estamos haciéndonos estar pendientes de la boda de vete tú a saber quien, o intentándonos introducir en la cabeza que el gran problema del país son los inmigrantes. No señores no, los culpables son los empresarios a los que no les importa nunca la nacionalidad del explotado, los burgueses, los patronos, los políticos y los especuladores, amén de todos los colaboracionistas que han tenido durante todos estos años, esclavos igual que el resto, pero que aguantaban con abnegación el látigo esperando a que les cayesen algunas migajas de la tarta.

Ante todo esto solo podemos exigir que sean ellos los que se responsabilicen de sus pérdidas y de su sistema, despertar por fin y darnos cuenta de la lacra que supone para el ser humano y el planeta eso que se ha dado en llamar economía de mercado o sociedad capitalista. Empezar por tanto (y más nos vale porque los tiempos que se avecinan serán duros) a practicar la solidaridad obrera, mirar cara a cara a nuestros vecinos y a nuestros compañeros de trabajo y descubrir en ellos los mismos problemas y deseos que los propios, volver a estar codo con codo. Y Juntos ocupar las fábricas y autogestionarlas contra los despidos que nos acechan, practicar la huelga ya sean en el curro, sin la mediación de los partidos y sindicatos vendidos, o en casa, negándonos a pagar alquileres e hipotecas que cada día suben más, ocupando casas, tejiendo redes de solidaridad y autogestión obrera

Solamente así, defendiéndonos y actuando unos junto a otros, podremos destapar el engaño y defendernos de él y de las consecuencias futuras de esta lógica del beneficio que solo beneficia a unos pocos.

CONTRA EL CAPITAL, AUTOORGANIZACIÓN OBRERA

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